Negocios playeros, por un puñado de euros
El actual desgobierno patrio que tenemos en este terrón va
camino de otra
boutade a las que nos
tiene acostumbrados; la amnistía a edificaciones ilegales que existen en todo
el litoral español y el negocio que va suponer la nueva Ley de Costas favoreciendo
la especulación urbanística en lugar de frenarla. Los casi 8.000 km. de costa
que tenemos, de los que unos 2.000 son playas, quedan a merced de
inmobiliarias, constructoras,… dispuestas para hacer negocio con un suelo que
es Público, de todos. La nueva ley prorroga hasta en 35 años la concesión a los
puertos deportivos y 75 años a las viviendas construidas antes de la actual
Ley de Costas de 1988. Además, se reserva para la Administración General del Estado la decisión de
la prorroga a industrias conflictivas con el entorno como pidió la C€0€.
José Luis Ábalos, portavoz de Medioambiente del PSOE
manifestó que
“El proyecto de Ley de Costas es un atentado ecológico y un sinsentido
económico para satisfacción de unos pocos privilegiados”. Miles de
edificaciones construidas a pie de playa, en suelo Público, quedaran
legalizadas “de facto” con la nueva Ley que impulsa este desgobierno. Es
curioso que, el “manistro” que no ministro Arias cañete, tenga acciones en
empresas petroleras y unas relaciones muy especiales con el mundo inmobiliario.
Sus declaraciones cuando presento el proyecto en el Consejo de Ministros, dicen
mucho sobre su visión de la ley;
“tienen que mejorar la confianza de los
inversores extranjeros y permitir dar salida al stock de vivienda que muchas
veces, por la imagen de España de inseguridad jurídica, lleva a frenar las
inversiones en el litoral”. Para los “peperonis” la Ley de Costas es
como una regularización de suelo urbano e inmuebles más que una recuperación/protección
del espacio Público.
Las principales claves de la nueva ley perpetuarán
edificaciones construidas en suelo público, ya que, cuando finalice el plazo en
el 2018, tendrán 75 años más de concesión. Además, la reforma incluye una
amnistía a diez terrenos sin explicar por qué estos y no otros. Se reduce el
margen de las zonas de protección de desembocaduras/deltas de 200 m a 100 m,
las dunas quedan también excluidas del dominio público. Los “chiringuitos”
renovaran el permiso de explotación cada cuatro años en lugar de anualmente
como ocurre ahora. Aparte de ignorar el cambio climático, que según cálculos científicos
por cada centímetro de aumento en vertical en el nivel del mar implica un
avance erosivo de un metro en horizontal.
La costa es un caramelo para el desarrollo de industrias y
urbanizaciones construidas al margen de la normativa medioambiental vigente. Detrás
de la reforma de la ley hay
caras conocidas por los “peperonis” que buscan que el cambio se aleje de la protección medioambiental. WWF denuncia que la futura ley de costas causara un gran impacto en el litoral español, acrecentando
la indefensión e impulsando la incertidumbre jurídica. La organización piensa
que la reforma puede incumplir la normativa europea, la demanda presentada ante
la Comisión Europea considera que va en contra de
la normativa europea de medioambiente y que podría quebrantar varias directivas europeas.
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